Después de llevar el coche al concesionario para ser revisarlo, su sorpresa ha sido notable al indicarle los técnicos que no eran capaces de identificar el problema, y que el coche tendría que ser enviado a la fábrica para su análisis y que le devolverían el dinero pagado por el vehículo más los gastos ocasionados.El propietario no quiere ni esta unidad reparada, ni que le devuelvan el dinero, sino que quiere una unidad nueva. El cliente si desea volver a tener una unidad, tendrá que realizar un nuevo pedido y ponerse a la cola