Quien tuvo, retuvo. Así se puede definir el comportamiento de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) que, aunque oficialmente ha querido cambiar de nombre y pasar a llamarse Partit Demòcrata Europeu Català (PDECAT), hoy se mueve en la ambigüedad de la mezcla del pasado de un partido nacionalista esplendoroso y el presente difuso que cabalga a lomos del independentismo. El 'modus operandi', a pesar de ese radical cambio de concepto del nacionalismo por el independentismo, sigue siendo el mismo, basado en el control de los resortes de poder.