El riguroso uso del rastreo de contactos, tanto en el ámbito físico como en el digital, se considera una herramienta para limitar la propagación del COVID-19 en varios lugares, especialmente en Singapur, Taiwán y Corea del Sur, así como en Kerala (India). La estrategia ya goza de un largo historial de uso contra epidemias previas, como el SARS y el SIDA, hasta la fiebre tifoidea y la pandemia de gripe de 1918-19. En las circunstancias actuales, como la aplicación móvil que los surcoreanos expuestos al virus deben descargar para poder ser monito