La historia de Ana Díaz Benjumea (Madrid, 1962) no tiene principio ni, por ahora, fin. Un número de seis cifras dirige -o más bien, ha destruido- su vida, sin apenas llegar a ser consciente. Llegó en un sobre hace seis años. En el remitente, Agencia Estatal de Administración Tributaria; en el interior, 857.000 euros que debía pagar sin saber por qué. Y sobre todo cómo, porque no podía, ni puede. Rauda, Ana acudió a las oficias de Hacienda para preguntar si tal deuda se trataba de algún tipo de broma o simplemente una equivocación.