La ley actual, de 1980, establece que las personas transexuales, intersexuales o no binarias precisan de informes psiquiátricos y del permiso de un juez para modificar su nombre en el registro. A partir de noviembre, bastará con un procedimiento meramente administrativo. La medida ha salido adelante con 374 votos a favor y 251 en contra, entre ellos los del bloque conservador encabezado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).