Asombrosamente para mi, ya se han resuelto los problemas de la crisis alimentaria, energética, de exceso de deuda, de la inflación y de la crisis rusa. O en todo caso, no se espera que empeoren mucho más. El mundo ya ha cambiado radicalmente y el "viejo" establishment sigue anclado en el pasado. Estamos inmersos en un cambio que oscila entre la revolución de Mayo del 68 y la novela "1984", y los dirigentes e instituciones clásicos, sigue pensando que todo es un ciclo económico normal.