Para demoler un estado social lo primero es votar al PP. Luego dotarse de unos eficaces cómplices mediáticos que hagan magia con los datos, atemoricen con los peligros que acechan a los que se alejan del carril o que mareen la perdiz para que los más débiles de mente no se aclaren y se queden solo con lo que ha farfullado Marhuenda. Y luego asistir a los sucesivos derribos, a los engaños de que va a quedar igual o mejor, a la lista de beneficiados privados de bienes públicos, al dispendio de nuestro dinero porque, al final terminamos pagando.