Muchos propietarios de apartamentos piratas, aparte de no pagar impuestos y operar sin permisos, los alquilan de cualquier modo, se desentienden de lo que ocurre en sus viviendas y no atienden ni problemas ni emergencias. Numerosos vecinos del barrio contemplan la venida de extranjeros como una invasión, porque es paralela a la expulsión de muchos de ellos. "¡Oe, oe, oe, no queremos extranjeros, oe, oe, oe!" o “¡Fuera turistas, de borrachera, fuera turistas..!", corearon el martes los manifestantes.