Imagínese de pie en una parada de autobús, hablando con su amigo y que su conversación sea grabada sin su conocimiento. Sucede todo el rato, y el FBI ni siquiera necesita una orden judicial para hacerlo. Los agentes federales están instalando micrófonos para grabar conversaciones en secreto. "Ponen micros bajo una roca, en árboles, en el mobiliario, en sitios donde la gente ni se imagina porque esa es precisamente la idea.", afirma el analista de seguridad y ex agente del FBI Jeff Harp.
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