El virus de la peste porcina africana representa una amenaza y la respuesta con un coste de 20 millones euros para detener la propagación de la enfermedad que puede acabar con las poblaciones de cerdos domésticos incluye una campaña de conciencia pública, un permiso para matar a jabalíes salvajes y una valla de 1.5 metros de altura de casi 70 kilómetros para no dejar entrar a los primos salvajes de los cerdos desde Alemania. Algunos la han calificado como un posible paso para bloquear a los refugiados, un detrimento a la fauna silvestre...
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