El uso de servicios en la nube (Cloud) se ha popularizado rápidamente en los últimos años. Estos servicios (Google Docs, Dropbox o Microsoft SkyDrive, etc…) ofrecen a sus usuarios una disponibilidad total de la información, pero muchas veces no atienden adecuadamente a la protección de los datos o a la privacidad de sus propietarios; como resultado, los Clouds proporcionan servicios deslocalizados, sin un contexto legal o de riesgos perfectamente definido.