Katia vive en un refugio construido durante la Guerra Fría que tenía la función de albergar a cientos de civiles en caso de ataque nuclear y que, desde agosto se ha convertido en el hogar de una veintena de personas que lo han perdido todo por culpa de los bombardeos indiscriminados sobre las zonas civiles de la ciudad de Pervomaisk (Este de Ucrania). “Cuando comenzaron los bombardeos nos refugiamos en el sótano del edificio… Pero ya no puedo volver a mi casa porque no tengo ventanas. Hace frío por las noches. Lo he perdido todo y no tengo..

En la ciudad de Lugansk, que vive una catástrofe humanitaria, los vecinos que no pueden huir se ven obligados a esconderse de los bombardeos en los sótanos de sus casas. Debido al constante peligro que suponen los ataques, pasan bajo tierra casi todos los días. El siguiente reportaje nos acerca la desesperación de personas a las que, según sus palabras, les han quitado el derecho a vivir.

Al márgen de la guerra diplomática, los civiles ucranianos resultan las principales víctimas de los combates en el este de Ucrania entre los rebeldes prorrusos y el ejército ucraniano. En Donetsk, este martes por primera vez han caído varios proyectiles cerca del centro de la ciudad. En el bombardeo al menos una persona ha fallecido y varios edificios de una zona residencial sufrieron daños. Los vecinos de Donetsk protestan impotentes ante las promesas incumplidas de Kiev de no usar armamento pesado en zonas residenciales.