Nissan atraviesa una grave crísis y está funcionando en lo que califican de “modo de emergencia”. La marca japonesa ha puesto en marcha un drástico plan que incluye la supresión de 9.000 puestos de trabajo, una reducción del 20% de su capacidad mundial, la venta de acciones de Mitsubishi y el aplazamiento de nuevos modelos. "Tenemos 12 ó 14 meses para sobrevivir", declaró un alto cargo cercano a Nissan al Financial Times. En ese sentido la marca japonesa estaría buscando un nuevo inversor de referencia para asegurarse continuidad.