Los soutos gallegos son lugares mágicos donde se recoge la castaña gallega que sirvió para alimentar a lo largo de la historia a la población de las areas rurales y montañosaas gallegas . Los frutos certificados tienen el pericarpo fino, de color marrón claro y brillante; un epispermo (membrana) fino, que penetra ligeramente en la semilla y que se separa fácilmente al pelar la castaña. El sabor es dulce, el color muy particular y la textura no es harinosa