Sé que tú, sé que yo, estamos desesperados.
Esa es la única frase que desentona en una canción que es capaz de vertebrar todo el siglo pasado a fuerza de sucumbir a los designios de la fiereza del santo y seña de generaciones: el rock. A la poesía del rock. El de un grupo musical que desgranó en su recorrido vital parte de las mejores canciones jamás compuestas e interpretadas en español. Bueno, eso creo yo.
¿Desentona?
Me explico.