[c&p] El otro día, en un chat con los lectores, Lobo [Ramón Lobo, periodista de guerra de El País] dijo una de esas frases que conviene subrayar y memorizar: "La política internacional es, a grandes rasgos, una ficción". ¿Alguien no está de acuerdo? Pues bien, ahí tienen el caso de Abdelbaset al Megrahi, único condenado por el atentado en 1988 contra un avión de la compañía Pan-Am que volaba sobre Escocia, con 270 víctimas mortales. Las pistas de la investigación policial apuntaban a la culpabilidad de agentes libaneses [...]

El Gobierno británico aprobó hace dos años la inclusión del único condenado por el atentado contra el vuelo 103 de la Pan Am sobre Lockerbie que se cobró la vida de 270 personas en 1988, Abdelbaset Alí Al Megrahi, en una lista para el traslado de varios prisioneros libios relacionada indirectamente con las negociaciones para desbloquear un importante contrato de explotación petrolera a cuenta de la compañía británica BP con las autoridades de Trípoli, según el diario británico 'The Times' en su edición dominical.

Un miércoles 21 de diciembre de 1988, un avión que volaba en ruta a Nueva York fue destruido, se dice que por una bomba, matando a todos los 243 pasajeros y 16 miembros de la tripulación. Once personas en Lockerbie, un pueblecito al sur de Escocia, fueron asesinados cuando grandes secciones del avión cayeron en la ciudad y sus alrededores, lo que alzó el total de víctimas mortales a 270. Como resultado, el evento ha sido nombrado por los medios de comunicación como 'Lockerbie Bombing' (el atentado de Lockerbie).

El libio Abdelbaset Ali Mohamed Al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie (Escocia) -la explosión de un avión que causó 270 muertos en 1988- ha llegado a Libia tras ser excarceladopor motivos humanitarios (padece un cáncer terminal). Su recibimiento una fiesta, con políticos libios, como el propio hijo del Coronel Gadafi, y confeti...

Con sendos homenajes en la localidad escocesa de Lockerbie y en el Cementerio Nacional de Arlington en Washington, Estados Unidos, familiares y amigos de las víctimas del vuelo 103 de Pan Am recuerdan este domingo el vigésimo aniversario del atentado que se llevó la vida de 270 personas. El 21 de diciembre de 1988, el avión de esa línea aérea estadounidense se precipitó sobre Lockerbie luego que explotara una bomba oculta en su bodega. Todos los pasajeros murieron además de 11 personas que se encontraban en tierra al momento del impacto.

Robert Fisk, corresponsal en Oriente Medio para el periódico británico "The Independent", indaga sobre la posible autoría de EEUU del derribo de un avión de pasajeros en 1988 en Lockerbie (Escocia), en el que perecieron 270 personas. Un fragmento del artículo: "El barco estadunidense Vincennes –apodado Robocrucero por los tripulantes de otros navíos de ese país– lanzó sus misiles al Airbus porque lo tomó por un jet de la fuerza aérea iraní que venía en picada. No lo era, y además iba remontando el vuelo (...)"