Los afectados eran de todas las edades, incluidos niños. Los nuevos problemas de salud más comunes eran dolor, incluso en los nervios y los músculos, dificultades respiratorias, colesterol alto, malestar acompañado de fatiga, y presión arterial alta. Otros problemas eran síntomas intestinales, migrañas, problemas de piel, anomalías cardíacas, trastornos del sueño y trastornos mentales como ansiedad y depresión.