Veamos el contexto histórico donde surgió esa famosa frase: el ataque a Verdún, que fue clave para el desarrollo de la Gran Guerra. Cuando se produce el ataque de las potencias centrales (alemanes y austro-húngaros) en febrero de 1916 a la fortaleza de Verdún, la Gran Guerra se encuentra estabilizada. Estamos en la fase del «frente estable», nadie gana, nadie avanza con ventaja. Es la guerra de posiciones que daría la imagen más icónica del siglo XX para la historia: la guerra de trincheras.