Los peces jóvenes se convierten en adictos a comer plástico en los mares de la misma manera que los adolescentes prefieren la comida rápida poco saludable. Eso afirma un nuevo estudio publicado en la revista Science, que indica que la exposición a altos niveles de poliestireno hace que las larvas de las percas prefieran el plástico por encima de comidas más naturales. La investigación, liderada por científicos de la Universidad de Uppsala, en Suecia, asegura que la dieta de plástico hace a los peces "más pequeños, más lentos y más estúpidos".