El abanico de posibilidades es amplio, fruto de las incógnitas naturales que genera un proceso paulatino datado hace más de 14.000 años. Otra hipótesis, también relacionada con las glaciaciones: conforme el hielo retrocedía y las masas boscosas aparecían, los humanos adoptamos al lobo para perseguir y cazar a presas cada vez más esquivas. Cualquiera de las tres hipótesis habla de una adaptación al medio (de humanos y de lobos-perro) fascinante. Una que nos ha llegado a nuestros días.
|
etiquetas: caza , compañía , lobo , perro , animal , carne , hielo , glaciación , presa , alimento