Puede que, de entre todos los quebraderos de cabeza a los que se puede enfrentar ya no sólo un director de fotografía, sino todo el equipo de una producción cinematográfica o televisiva, uno de los más complejos y exigentes sea rodar escenas nocturnas en exteriores. La complejidad de filmar este tipo de fragmentos abre un basto abanico de posibilidades a la hora de afrontarlos que deriva en infinidad de looks diferentes.