Ayer cuando estaba en casa con su familia alguien pasó una nota bajo la puerta: “Somos tus vecinos y queremos pedirte por el bien de todos que te busques otra vivienda mientras dure esto, ya que hemos visto que trabajas en un supermercado y aquí vivimos muchas personas y no queremos más riesgos. Gracias”. No fue ella quien encontró la nota sino su hijo de diez años que se puso a llorar desconsoladamente. Con la voz rota, al ver la angustia de su pequeño, Miriam decidió contestar a “los valientes” que dejaron la nota.
|
etiquetas: coronavirus , empatía , cajeras