"Señora, aparte, que voy a aparcar". Es lo que debieron pensar los conductores que este miércoles se encontraron a una mujer reservando con su cuerpo una amplia plaza de aparcamiento en la calle Bergara, en pleno centro de Donostia, sin dejar al resto de conductores utilizar ese espacio. La situación se alargó, según testigos presenciales, durante 15 minutos hasta que, finalmente, un coche de alta gama conducido por el marido de la señora, ocupó la plaza.
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