Jaime Rivera perteneció al Ejército de Colombia "21 años, 9 meses y 28 días". Tiene la cuenta muy clara porque en esa institución cumplió su sueño de infancia, pero también se enfrentó a su peor pesadilla. En 2011 fue condenado a 32 años de prisión por un crimen que ocurrió cuando él era capitán en Casanare, al oriente del país. Y no fue lo único. Hubo otros 32 casos por los que enfrentó 17 procesos en la Fiscalía y estuvo en cuatro juicios. Fue absuelto de uno y los otros tres quedaron inconclusos.
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