"No somos esclavos, somos dinamita.
"Así rezaba un cartel pegado en las paredes hace unos años para defender a dos anarquistas detenidos tras el atraco a un banco. Una frase amenazante para los poderosos, pero pensemos en ello. Porque no debemos darle la vuelta. No somos dinamita porque somos esclavos. Somos dinamita porque no seremos esclavos, porque no queremos serlo. Hay todo un mundo de diferencia entre estas dos expresiones; un mundo que distingue a los anarquistas de todas las demás corrientes que se reclaman revolucionarias.
No es nuestra condición de vida, el hecho de ser proletario o trabajador, pobre o indocumentado, lo que nos hace rebeldes. No es el deterioro de las condiciones de supervivencia al que asistimos hoy lo que debe hacernos ilusionar y pensar que todo irá mal porque todo va a peor. Estas son sólo las dulces ilusiones con las que se alimenta a los revolucionarios en dosis para que se duerman.
El poder encadena a los seres humanos al papel que les impone en la sociedad. Crea y recrea continuamente las condiciones de este papel para impedir que el esclavo se desprenda de sus cadenas. Pero para que haya una lucha a muerte entre el poder y el esclavo, éste debe decidirse primero.
La fuerza de voluntad es lo que marca la diferencia entre el esclavo y el rebelde. La voluntad de ir en contra, de no aceptar, de no sufrir, de enfrentarse a todo lo que tiende a subyugarte, a hacerte esclavo. La voluntad es lo que el poder nunca logrará borrar completamente de sus prisioneros, es lo que teme permanentemente. Porque la voluntad también nos muestra que no tenemos que esperar, que podemos actuar y ahora. Que la determinación y la decisión prevalezcan, por poco que sea, sobre la inercia de las masas y las relaciones sociales existentes.
No tengamos miedo de nuestra propia voluntad. Si queremos, seremos dinamita y los edificios del poder se desmoronarán.
La historia no es una sucesión de acontecimientos producidos por una ley omnipresente.
La historia es creada y recreada por las voluntades que actúan. "
[Extracto de Hors Service n°34]
FUENTE: Non Fides - Base de datos anarquista