El incidente del secador de pelo fue probablemente la mayor disputa que he visto en el hospital psiquiátrico donde trabajo. La mayoría de las veces, todos los psiquiatras se llevan bien, tienen más o menos la misma opinión sobre las cosas relevantes, pero la gente se peleaba sobre el incidente del secador de pelo.
Básicamente, una mujer obsesiva compulsiva conducía al trabajo todas las mañanas y le preocupaba haberse dejado el secador de pelo encendido e incendiar su casa. Así que volvía a casa para comprobar que el secador de pelo estaba apagado, luego volvía al trabajo, luego se preocupaba de que tal vez no había comprobado lo suficiente, luego volvía a conducir al trabajo, luego de vuelta, y así diez o veinte veces al día.
Es un caso bastante típico de trastorno obsesivo-compulsivo, pero realmente estaba interfiriendo en su vida. Trabajaba en un empleo de alto nivel -creo que de abogada- y llegaba constantemente tarde a todo por culpa de ese ir y venir en coche, hasta el punto de que su carrera estaba en declive y pensó que tendría que dejarlo y pasar a la invalidez. No podía salir con los amigos, ni siquiera podía ir a los restaurantes porque no paraba de preocuparse por haberse dejado el secador de pelo encendido en casa y tener que volver corriendo. Había acudido a innumerables psiquiatras, psicólogos y expertos, había hecho todo tipo de terapias, había tomado toda la medicación del mundo pero nada le había ayudado.
Así que vino a mi hospital y la atendió un colega mío, que le dijo: "Oye, ¿has pensado en llevarte el secador de pelo?".
Y funcionó.
Cuando se dirigía al trabajo por la mañana, empezaba a preocuparse por si se había dejado el secador de pelo encendido y se iba a quemar la casa, así que miraba al asiento de al lado y allí estaba el secador de pelo. Y ella sólo tenía un secador de pelo, que ahora estaba contabilizado. Así que simplemente soltaba un buen suspiro de alivio y seguía su trayecto al trabajo.
Aproximadamente la mitad de los psiquiatras de mi hospital pensaron que esto era absolutamente inaceptable: ¡así no se trata el trastorno obsesivo-compulsivo! ¡Qué pasaría si la comunidad psiquiátrica en general se enterara de que, en lugar de pautar una medicación efectiva y moderna o usar alguna de las terapias más sofisticadas, simplemente le decíamos a la gente que pusiera el secador de pelo en el asiento del coche!.
Yo, en cambio, pensé que era la mejor historia que había oído nunca y que el tipo se merecía una medalla. Aquí teníamos a alguien que totalmente intratable por los métodos tradicionales, con una enfermedad debilitante, y una intervención sencillísima en la que nadie había pensado... le devolvió la vida. Si algún día abro mi propia consulta de psiquiatría, me estoy planteando medio en serio utilizar un dibujo de un secador de pelo como logotipo, sólo para que todo el mundo sepa cuál es mi postura en este asunto.
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Traducción libre de: quotulatiousness.ca/blog/2016/02/02/qotd-the-hair-dryer-incident/
Original: “The categories were made for man, not man for categories”, Slate Star Codex, 2014-11-21.