La encina ‘La Pica’: una efigie centenaria en plena Alcarria madrileña

IMG-20240413-WA0030
Evocada por el mismísimo poeta Antonio Machado, la encina tiene además un gran valor etnográfico

En ruta
Por José Ángel Macho Barragués. Ingeniero agrónomo
Si hacemos un Top-5 de los árboles más emblemáticos de la península ibérica siempre aparecerá el Quercus ilex o encina. Se trata de una especie altamente relacionada con el hombre desde la antigüedad y con una larga tradición, no en vano, es la más abundante en la península. Entre los millones de encinas que jalonan de norte a sur nuestros paisajes, en la Comunidad de Madrid destaca una conocida como ‘La Pica’.

Un ejemplar monumental
Sin duda, su ubicación en mitad de campos de cereal en pleno corazón de la Alcarria madrileña hace que este ejemplar sea aún más singular. Desde lejos, en mitad de la llanura, emerge este fastuoso árbol de ramas gigantes colgantes que nacen de un tronco de más de 3,5 m de circunferencia y cuya proyección de copa se encuentra cercada por una pequeña valla de madera que nos advierte que hay que ser muy respetuosos con los alrededores de este maravilloso ser vivo.

«Desde lejos, en mitad de la llanura, emerge este fastuoso árbol de ramas gigantes colgantes»

Este paisaje no solo se distingue por el estado de conservación de su asombrosa efigie, catalogada como árbol singular por la Comunidad de Madrid desde 1992, también sobresale por la biodiversidad y riqueza natural que la rodea, ya que en sus proximidades podremos ver especies tan esquivas como la culebra de escalera, el sapo común, la liebre, el jabalí o el zorro.

Encina

Encina ‘La Pica’. (Foto: José Ángel Macho Barragués). 

En cuanto a la flora, vamos a encontrar un verdadero jardín mediterráneo donde destacan la jara blanca, la coscoja, el tomillo salsero y el romero, además, si nos detenemos con cuidado, podremos ver incluso hasta diferentes especies de orquídeas silvestres. Un paisaje por tanto único en el que durante los atardeceres podremos revivir la ‘intro’ de los documentales de El hombre y la tierra en el que el paso de la luz del sol a través de un gran ejemplar de encina anunciaba el comienzo de un nuevo capítulo.

Durante el inicio de la primavera se produce la floración de la encina, momento en el que destacan sus flores masculinas colgantes, conocidas como amentos y que inundan de color amarillo toda la copa del árbol. Estas flores son las encargadas de fecundar las femeninas, más pequeñas, que más tarde se transformarán en bellotas. Este fruto, que destaca por su tan característica cúpula que la recubre casi hasta la mitad, es aprovechado principalmente como alimento para diferentes tipos de ganado, incluido el genuino cerdo ibérico, cuya alimentación a partir de estos frutos permite obtener unas carnes y embutidos de altísima calidad.

Foto

Encina ‘La Pica’. (Foto: José Ángel Macho Barragués).  

Nos ponemos en marcha
Para conocer este árbol monumental tendremos que dirigirnos hacia la Alcarria madrileña, zona situada al sureste de la región y que destaca por su bajo relieve y sus suelos calizos. Desde la localidad de Villar de Olmo parten diferentes caminos, vías pecuarias y senderos que nos conducirán hasta la encina ‘La Pica’ en, aproximadamente, 2 horas y media, ida y vuelta. Se recomienda antes de realizar la ruta consultar algún mapa o aplicación móvil que nos permita orientarnos a través de estos campos donde se mezclan tierras de cultivos y zonas de bosque mixto mediterráneo.

Además, a escasos kilómetros de Villar del Olmo, encontramos el municipio de Nuevo Baztán, uno de los pueblos más pintorescos de la Comunidad de Madrid, declarado como monumento histórico-artístico desde 1941.

Deja un comentario