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Mi jefe cobra 77 veces más que yo: estas son las empresas españolas con mayor desigualdad salarial entre directivos y empleados

Los ejecutivos mejor pagados del Ibex ganaron de media 4,71 millones en 2023 frente a los 60.710 euros que recibieron sus subordinados. Cie Automotive, Indra, Inditex, Banco Santander y Sacyr son las compañías cotizadas donde la brecha de ingresos es mayor

Fachada de la Bolsa de Madrid.
Fachada de la Bolsa de Madrid.M Ramirez (Alamy/Cordon Press)
David Fernández

“Somos un grupo industrial en procesos de alto valor añadido”. Este lema da la bienvenida a la web de Cie Automotive. Y para valor añadido, el que la empresa vasca reconoce a su consejero delegado. Jesús María Herrera fue, de largo, el ejecutivo mejor pagado entre todas las empresas que cotizan en la Bolsa española. Con cargo al ejercicio 2023 cobró 23,77 millones de euros gracias, sobre todo, a una remuneración extraordinaria para reconocer su “esfuerzo, valía y los resultados de su gestión”.

Cie Automotive, que fabrica componentes para automóviles, no está en el Ibex 35 y el sueldo medio anual de su plantilla (19.000 euros) es de los más bajos entre las cotizadas. Su caso es un claro ejemplo de la cronificación de la desigualdad salarial que se ha instalado en muchas empresas, tanto españolas como extranjeras. Herrera cobró el equivalente a 1.251 veces lo que percibieron sus empleados.

La diferencia salarial de Cie Automotive es, sin duda, un caso extremo, pero también es cierto que la brecha de ingresos apenas se ha corregido en los últimos años. Esta es una de las conclusiones de la duodécima edición del informe de retribuciones que elabora EL PAÍS con los datos enviados por las compañías a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En 2023, los consejeros ejecutivos mejor pagados del Ibex 35 (sin contar a ArcelorMittal) ganaron de media 4,71 millones de euros. Esta cantidad supone 77,6 veces más que los 60.899 euros que percibieron en promedio los empleados de las empresas que dirigen. En 2022 el diferencial fue algo superior (81 veces), pero en 2021 y 2020 fue muy similar (76 y 79 veces, respectivamente). El diferencial es inferior al de Wall Street, la meca de los megasueldos —la brecha en 2022 fue de 272 veces, según los datos de AFL-CIO, la principal federación sindical de EE UU—, pero es similar al del Reino Unido, una economía mucho mayor que la española y con compañías de mayor capitalización, donde el consejero delegado gana de media 80 veces el salario medio de su plantilla, de acuerdo con un informe elaborado por el think tank High Pay Centre.

Jesús María Herrera, consejero delegado de Cie Automotive, fue el directivo que más cobró el pasado año: 23,7 millones de euros
Jesús María Herrera, consejero delegado de Cie Automotive, fue el directivo que más cobró el pasado año: 23,7 millones de euros

Tras Cie Automotive, la siguiente empresa con mayor desigualdad salarial el pasado año tiene al Estado, a través de la Sepi, como el principal accionista. Indra pagó 15,5 millones de euros a su ex consejero delegado, Ignacio Mataix, por diferentes conceptos (sueldo fijo y variable, entrega de acciones e indemnización). Esta cantidad supone que Mataix ganó 456 veces más que el sueldo anual medio percibido por los empleados del grupo tecnológico y de defensa.

El tercer y cuarto puesto en brecha salarial son para dos habituales de esta clasificación: Inditex y Banco Santander, respectivamente. El grupo textil pagó a su consejero delegado Óscar García Maceiras un total de 10,32 millones de euros. Esta cantidad es 286 veces superior a los 36.000 euros que de media cobraron en 2023 los trabajadores de la empresa propiedad de Amancio Ortega. En el caso de la entidad financiera, su presidenta ejecutiva, Ana Botín, recibió 12,23 millones de euros entre salario y aportación a su plan de pensiones. La cifra supone multiplicar por 211 veces el sueldo medio anual (58.000 euros) que percibieron los trabajadores del Banco Santander. En el siguiente puesto en el escalafón de la desigualdad se sitúa una empresa mucho más pequeña en términos de ingresos, beneficios y capitalización, pero cuyo presidente siempre figura entre los mejor pagados. El primer ejecutivo de Sacyr, Manuel Manrique, ganó entre sueldo y pensión 8,3 millones de euros, 193 veces más que los 43.000 euros de los trabajadores de la empresa de construcción y servicios.

Nóminas al alza

La revisión salarial al alza fue la tónica general el pasado año, pero esa mejora no fue lineal; las mayores alegrías se dieron en las plantas nobles. El sueldo medio de los empleados de las 100 empresas cotizadas analizadas se incrementó un 2,69%, situándose en 55.970 euros. En el caso de los miembros de los consejos de administración, la retribución media se incrementó un 3,56%, hasta los 405.752 euros. Las mayores mejoras salariales se dieron, sin embargo, entre los miembros de la alta dirección, que en promedio percibieron 791.658 euros, un 8,41% más.

En esta última categoría —que no incluye a los consejeros ejecutivos— también se concentran algunos de los grandes megasueldos de la Bolsa. Inditex, por ejemplo, destinó 116,47 millones a remunerar a los 22 miembros de su alta dirección, es decir, que tocaron de media a 5,29 millones cada uno. En el caso del Santander, la partida de retribución para sus 14 altos directivos sumó 50,3 millones, lo que sitúa el reparto individual en 3,59 millones. Otros directivos con salarios millonarios fueron los de BBVA (2,51 millones), Iberdrola (2,34 millones), Acciona (2,2 millones) y Telefónica (2,19 millones).

El número de consejeras ha ido en ascenso. La presencia de mujeres en los asientos de los órganos de administración de las grandes empresas cotizadas roza el 40%. Sin embargo, la mayoría tienen la categoría de independientes o dominicales y muy pocas asumen labores ejecutivas. Esta situación tiene su reflejo en el ranking de los sueldos. En 2023 hubo 90 consejeros que cobraron un millón de euros o más. En este selecto club, sin embargo, solo figuran tres mujeres: Ana Botín (12,23 millones), María Dolores Dancausa (Bankinter), con 2,4 millones, y Marta Ortega, de Inditex, con un millón.

Los manuales de gobierno corporativo sugieren que los esquemas retributivos sean equilibrados para que los ejecutivos tengan la suficiente motivación para hacer crecer la compañía, pero no tanta como para asumir riesgos innecesarios con el objetivo de maximizar su valor en el corto plazo para cobrar el bonus. Sin embargo, los planes salariales de la mayoría de los consejos de administración en España siguen dando un peso muy alto al pago en efectivo. En concreto, en el caso de las compañías del Ibex 35, en 2023, el 75,99% de las remuneraciones fue en metálico, el 16,37% correspondió al pago en acciones, el 4,59% a la aportación a las pensiones y el 3,05% se incluye en la categoría de otros (seguros, transporte, vivienda).

Florentino Pérez, presidente de ACS, tiene la mayor pensión de todos los consejeros de empresas cotizadas: 50 millones de euros.
Florentino Pérez, presidente de ACS, tiene la mayor pensión de todos los consejeros de empresas cotizadas: 50 millones de euros.Diego Radames (Europa Press/ Getty Images)

Los consejeros tienen derechos de pensión valorados en 362 millones

La aportación a los sistemas de jubilación de los consejeros ejecutivos se está generalizando entre las grandes empresas españolas cotizadas. Hasta hace menos de una década, la inyección periódica a la pensión de los directivos empresariales se daba sobre todo en el sector financiero. En los bancos no era tan habitual que en los contratos figurase una cláusula de indemnización en caso de despido equivalente a varias anualidades del sueldo; para compensar la carencia de blindajes se metía en la hucha de los banqueros una cantidad de dinero anualmente para que pudieran disfrutarlo cuando llegase a su fin la etapa laboral. Sin embargo, en los últimos años la partida destinada a pensiones se está extendiendo como una mancha de aceite a otros muchos sectores.

Los consejeros ejecutivos de las empresas españolas cotizadas acumulaban derechos de pensión (consolidados y no consolidados) por valor de 362 millones al cierre del pasado ejercicio, según los datos publicados en los informes de retribuciones remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y recopilados por EL PAÍS.

Desde un punto de vista individual, la mayor pensión de la Bolsa le corresponde a Florentino Pérez. ACS inyectó al sistema de retiro de su presidente, de 77 años, 1,36 millones de euros el pasado año y el montante acumulado es de 50,45 millones. En segundo lugar figura Ana Botín. La hucha para la jubilación de la presidenta del Banco Santander asciende a 49,25 millones de euros después de que la entidad hiciera el pasado año una aportación de 1,14 millones. El tercer puesto en este escalafón es un claro ejemplo de cómo se está popularizando este tipo de remuneración diferida en el tiempo; se trata de José Manuel Entrecanales. El presidente de Acciona cobró el pasado año casi lo mismo en efectivo y acciones (3,75 millones) que la cantidad asignada a su pensión (3,67 millones), y ya acumula en su sistema de retiro 26,69 millones de euros. La cuarta y la quinta posición del ranking corresponde a dos banqueros: el presidente del BBVA suma 24,75 millones y el ex consejero delegado del Santander José Antonio Álvarez acumula en su sistema de retiro 19,49 millones.

Las aportaciones a pensión y el resto de los componentes de las retribuciones de los consejeros de las empresas cotizadas (sueldo fijo, variable, pago en acciones) deben incluirse en el informe de retribuciones anual, el cual a su vez debe ser sometido a votación (con carácter no vinculante) en la junta general de accionistas de estas empresas. Los sueldos de los consejeros suelen ser el punto del orden del día que más rechazo suele concitar, pero los votos de castigo de los propietarios, salvo casos puntuales, son aún relativamente bajos. En las juntas celebradas en 2023, los votos negativos contra los salarios de los consejeros en el Ibex se situaron de media en el 8,12% del total, frente al 9,56% de un año antes. La mayor oposición se dio en Colonial (28%), Sacyr (25,2%), Merlin Properties (19,3%), Acciona (19,3%) y Repsol (16,36%).

Finiquitos de oro para 766 directivos

El primer directivo blindado de la historia fue Charles Tillinghast. Corría 1961 y los acreedores de la Trans World Airlines (TWA) litigaban con Howard Hughes para apartarle de los mandos de la compañía. Los bancos ficharon a Tillinghast como nuevo consejero delegado, pero como la pugna por el control aún no estaba resuelta, tuvieron que incluir en su contrato una cláusula que incluía una indemnización en caso de despido. A partir de ese momento, los paracaídas dorados, como se conocen en la jerga financiera, se fueron popularizando, sobre todo a partir de los años ochenta del pasado siglo al calor de las opas hostiles. Cuando estalló la crisis financiera, las indemnizaciones millonarias que cobraron algunos ejecutivos tras dejar sus empresas al borde de la quiebra abrieron el debate en torno a estos finiquitos.
En la Bolsa española había, al cierre del pasado ejercicio, 766 consejeros ejecutivos y altos directivos con contratos blindados. Esta cifra supone una reducción del 4,6% con respecto a un año antes. Tras el estallido de la crisis financiera, la Comisión Europea hizo pública una recomendación en abril de 2009 sobre los sistemas de remuneración de los consejeros. La Comisión consideraba necesario garantizar que los pagos por rescisión “no representen una recompensa del fracaso” y sugería que su cuantía no debería superar la cantidad equivalente a dos anualidades de sueldo fijo. Con este mismo espíritu, la CNMV introdujo en la actualización del Código de Buen Gobierno de 2015 una recomendación para limitar los blindajes y, además, dar armas a la compañía para corregir posibles abusos. 
Repsol es la empresa que más ejecutivos asegura tener blindados en su informe de gobierno corporativo, con 217 beneficiarios. Además de la petrolera, también destacan en este apartado compañías como BBVA (52 casos), Grifols (39), Dia (49) y Caixabank y Banco Sabadell, con 33 paracaídas dorados cada una.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.
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