Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | ISRAEL | Israel - Palestina | Conflicto palestino-israelí | Guerra
"Algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos"

Israel y la banalización de la maldad

|

La teórica política judío-alemana Hannah Arendt en su libro "Eichmann en Jerusalén", subtitulado "Un informe sobre la banalidad del mal" hace un análisis del nazi Eichmann desvestido de su vitola de criminal de guerra y visto tan sólo como "individuo unidimensional". Así, según Arendt, Adolf Eichmann no presentaba los rasgos de un psicópata asesino, sino que sería "un simple burócrata que cumplía órdenes sin reflexionar sobre sus consecuencias y sin discernir el bien o el mal de sus actos". 


Sobre este análisis Arendt acuñó la expresión "banalidad del mal" para expresar que "algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos", con lo que la utilización por Israel de la tortura sistemática, el apartheid del pueblo palestino, el Genocidio de la población gazatí y demás prácticas malvadas "no serían considerados a partir de sus efectos o de su resultado final con tal que las órdenes para ejecutarlos provengan de estamentos superiores", quedando pues el Gobierno israelí de Netanyahu como el único responsable ante la Historia.


Hannah Arendt nos ayudó pues a comprender las razones de la renuncia del individuo a su capacidad crítica (libertad) al tiempo que nos alerta de la necesidad de estar siempre vigilante ante la previsible repetición de la "banalización de la maldad" por parte de los gobernantes de cualquier sistema político, incluida la sui-genéris democracia judía.


Si extrapolamos la reflexión de Arendt sobre Adolfo Eichmann a la situación actual de la Franja de Gaza, " los mandos militares de la Tzahal no presentarían los rasgos de psicópatas asesinos, sino que serían simples burócratas que cumplirían órdenes sin reflexionar sobre sus consecuencias y sin discernir el bien o el mal de sus actos”. Sin embargo, según Maximiliano Korstanje "el miedo y no la banalidad del mal, hace que el hombre renuncie a su voluntad crítica pero es importante no perder de vista que en ese acto el sujeto sigue siendo éticamente responsable de su renuncia". 


Así, la sociedad israelí en su inmensa mayoría sería cómplice silenciosa y colaboradora necesaria en la implementación del sentimiento xenófobo contra la población árabe-israelí ( el 70% de los judíos israelíes se opondrían ya a la igualdad de derechos de sus compatriotas árabes). Asimismo, tras el ataque de Hamas el 7 de octubre, una inmensa mayoría de la sociedad sería partidaria de incrementar los asentamientos de colonos en Cisjordania así como copartícipe el genocidio cometido en Gaza, lo que anticipa el finiquito de la sui generéis democracia israelí y la instauracion de un régimen teocrático-militar en la próxima década que conllevará que amplios sectores de la juventud laica y urbana israelí deban optar por engrosar la lista de colonos teledirigidos por los haredim o emigrar a Occidente para escapar de la distopía teocrático-militar.

Israel y la banalización de la maldad

"Algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos"
Germán Gorráiz López
sábado, 9 de marzo de 2024, 12:25 h (CET)

La teórica política judío-alemana Hannah Arendt en su libro "Eichmann en Jerusalén", subtitulado "Un informe sobre la banalidad del mal" hace un análisis del nazi Eichmann desvestido de su vitola de criminal de guerra y visto tan sólo como "individuo unidimensional". Así, según Arendt, Adolf Eichmann no presentaba los rasgos de un psicópata asesino, sino que sería "un simple burócrata que cumplía órdenes sin reflexionar sobre sus consecuencias y sin discernir el bien o el mal de sus actos". 


Sobre este análisis Arendt acuñó la expresión "banalidad del mal" para expresar que "algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos", con lo que la utilización por Israel de la tortura sistemática, el apartheid del pueblo palestino, el Genocidio de la población gazatí y demás prácticas malvadas "no serían considerados a partir de sus efectos o de su resultado final con tal que las órdenes para ejecutarlos provengan de estamentos superiores", quedando pues el Gobierno israelí de Netanyahu como el único responsable ante la Historia.


Hannah Arendt nos ayudó pues a comprender las razones de la renuncia del individuo a su capacidad crítica (libertad) al tiempo que nos alerta de la necesidad de estar siempre vigilante ante la previsible repetición de la "banalización de la maldad" por parte de los gobernantes de cualquier sistema político, incluida la sui-genéris democracia judía.


Si extrapolamos la reflexión de Arendt sobre Adolfo Eichmann a la situación actual de la Franja de Gaza, " los mandos militares de la Tzahal no presentarían los rasgos de psicópatas asesinos, sino que serían simples burócratas que cumplirían órdenes sin reflexionar sobre sus consecuencias y sin discernir el bien o el mal de sus actos”. Sin embargo, según Maximiliano Korstanje "el miedo y no la banalidad del mal, hace que el hombre renuncie a su voluntad crítica pero es importante no perder de vista que en ese acto el sujeto sigue siendo éticamente responsable de su renuncia". 


Así, la sociedad israelí en su inmensa mayoría sería cómplice silenciosa y colaboradora necesaria en la implementación del sentimiento xenófobo contra la población árabe-israelí ( el 70% de los judíos israelíes se opondrían ya a la igualdad de derechos de sus compatriotas árabes). Asimismo, tras el ataque de Hamas el 7 de octubre, una inmensa mayoría de la sociedad sería partidaria de incrementar los asentamientos de colonos en Cisjordania así como copartícipe el genocidio cometido en Gaza, lo que anticipa el finiquito de la sui generéis democracia israelí y la instauracion de un régimen teocrático-militar en la próxima década que conllevará que amplios sectores de la juventud laica y urbana israelí deban optar por engrosar la lista de colonos teledirigidos por los haredim o emigrar a Occidente para escapar de la distopía teocrático-militar.

Noticias relacionadas

Realmente, la función de la filosofía se desarrolla, como un saber crítico de segundo grado, que analiza los contenidos de las diversas ciencias. Es un saber que se interesa por toda la realidad y el presente. Ya en vida de su creador Gustavo Bueno, su materialismo demostró una potencia explicativa extraordinaria, superior a la de otras corrientes o sistemas filosóficos.

Hay cosas cómicas que hay que tomar muy en serio. Son gansadas que retratan nuestro mundo. Representan el ombliguismo que nos rodea. El término es magistral: define aquello que cree está en el centro del cuerpo (del universo), sin reparar que su función se volvió inútil hace ya tiempo.

Hace unos días recibí de la editorial Anagrama el libro de Roberto Saviano titulado Los valientes están solos. Libro apasionante que he comenzado a devorar por la forma directa de contar una historia de coraje e integridad que terminó con los restos del juez Falcone volando por los aires a consecuencia del atentado perpetrado por la Cosa Nostra, al mando de ese tipo con cara de paleto bobo, Salvatore Totò Riina.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto