Escándalo en el Reino Unido por el mal estado de 156 colegios
El Gobierno cierra los edificios en vísperas del inicio del curso escolar por el riesgo de colapso ante la presencia de hormigón aireado en sus estructuras.
El inicio del curso escolar, previsto para este lunes, de miles de niños en el Reino Unido ha tenido que ser retrasado o volver a las clases online para evitar una tragedia. El Gobierno británico ordenó el cierre de 156 colegios por el riesgo de que los edificios se desplomen en cualquier momento.
La alarma se desató este verano después de que una viga de una de las instituciones se desprendiese, pese a que los expertos la habían dado por segura. Los centros educativos construidos entre los años cincuenta y mediados de los sesenta en el país tienen hormigón celular en autoclave -un material más ligero y menos resistente que el concreto regular- en su estructura. Repararlos podría tomar varias semanas o meses. Incluso, algunos tendrán que ser demolidos en su totalidad.
Aunque el Ejecutivo justifica la decisión en que la "principal preocupación es la seguridad de los niños y del personal de las escuelas", el anuncio se produjo sólo tres días antes del arranque el curso escolar. Algo que ha derivado en un "escándalo" entre los sindicatos de docentes y padres de familia, que reclamaron la lista de los centros afectados -que aún no ha sido publicada-.
Además, el Ministro de Escuelas, Nick Gibb, advirtió que más colegios -de los 20.000 edificios educativos que hay en el país- podrían ser clausurados en un futuro. El Gobierno aún no ha aclarado tampoco si hay más instalaciones públicas en riesgo, como pueden ser centros sanitarios o tribunales.
La ola de críticas, lideradas por el Partido Laborista -primero de la oposición británica-, arremete contra el primer ministro, Rishi Sunak, por haber tardado en tomar cartas en el asunto. Mientras, miles de niños retomarán esta semana sus estudios en centros comunitarios, edificios de oficinas vacíos o desde sus casas a través del ordenador.
