Buscan en los montes de Pontevedra a un joven, condenado por la muerte de un peregrino, que huyó tras pegar a su novia

Se busca a Mohamed A.A., un vecino de la comarca de Pontevedra que, con 24 años, tiene ya un historial delictivo contundente. Hace meses que este joven debería haber entrado en prisión porque, entre otras cosas, fue condenado por el homicidio por imprudencia que acabó con la vida de un peregrino alemán. Pero en este tiempo no se le dio alcance pese a llevar una vida de lo más llamativa, prodigándose en discotecas o subiendo fotos en redes sociales. En la madrugada del sábado al domingo, siguiendo con su carrera delictiva, protagonizó una violenta discusión con su pareja, que motivó que ella se tuviese que escapar y refugiarse en la casa de unos vecinos. La policía fue a buscarle a la casa donde se produjo la presunta agresión, en una parroquia de Pontevedra. Pero Mohamed les dio esquinazo saliendo por otro lado de la vivienda y se fugó a la carrera por el monte. De momento, no se dio con su paradero, aunque la Policía Nacional confirma que se le está buscando. 

Tal y como se presenta en las redes sociales, Mohamed es un marroquí que vive en Galicia. Concretamente, en la zona de Marín. El chaval coprotagonizó un suceso con consecuencias gravísimas en el mes de agosto del 2018. A la salida de una discoteca, le propinó un puñetazo a un peregrino alemán de 43 años que había salido de marcha por Pontevedra. Lo tiró al suelo y, a consecuencia de esta caída, el hombre sufrió un daño que días después le acabó provocando la muerte. Mohamed fue condenado por homicidio por imprudencia en el año 2022. Se le impuso una pena de un año de prisión por homicidio por imprudencia grave y también seis meses por un delito de lesiones dolosas. El caso es que, con esa pena, y aunque tenía ya antecedentes (que tenía ya antecedentes, pero que no eran computables a efectos de reincidencia), no tenía que acabar en prisión. Salvo que volviese a las andadas.

Pero este joven sí volvió a tener problemas con la justicia. En este caso, de violencia machista contra una anterior pareja. Y esto fue lo que llevó a que el juzgado acordase su ingreso en prisión. Sin embargo, aunque estaba en proceso de búsqueda y captura, no se le llegó a dar alcance. Y, en la madrugada del sábado al domingo, protagonizó un nuevo episodio violento.

Todo comenzó en una concurrida discoteca pontevedresa, donde tuvo una discusión con su actual pareja en el transcurso de la madrugada. El conflicto se trasladó luego a la casa de ella, en una parroquia de Pontevedra, donde él la zarandeó y agredió. A la policía le consta que profirió amenazas de muerte y que también la amenazó con clavarle el cristal de una ventana que se rompió en el transcurso de la pelea. Ella logró escapar y refugiarse en casa de unos vecinos, desde donde llamó a la policía. El reloj marcaba entonces las 8.30 horas. 

A partir de ahí, se puso en marcha un operativo, en el que la Policía Local y Nacional de Pontevedra hicieron desembarcar patrullas en la aldea donde estaba la mujer agredida, refugiada en casa de los vecinos y posteriormente atendida por los servicios médicos, y donde el presunto agresor permanecía en la vivienda en la que se produjeron los hechos. El hombre parece que logró darle esquinazo a los medios policiales y echó a correr por el monte. Desde entonces, se trata de dar con su paradero. Si bien antes era fácil tener pistas de su vida por sus redes sociales, ahora mismo estas cuentan con la mínima información y todo está cerrado. Aún así, quedan fotos de perfil visibles. En una de ellas se le ve con un bebé, porque al parecer tiene un hijo de una relación anterior a la que ahora mantenía. La propia Policía Nacional confirma que se le busca a contrarreloj para que entre en prisión. 

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