La importancia de Crimea

En un artículo anterior ya se abordaban algunas tesis que se van a desarrollar aquí:

www.meneame.net/m/Los12monos/cultura-megalitica-global

En el momento de escribirlo ni siquiera tenía constancia de cierta evidencia que voy a exponer.

El aún presente conflicto de Ucrania ha sido abordado en muchos ejes desde muy diversas perspectivas: económico, territorial, cultural, en términos de recursos, en términos estratégicos, etc.

Son facetas de un conflicto poliédrico que conforman un todo, y antes de ser causas excluyentes las unas para con otras como motor del conflicto, se vienen a sumar.

A las ya mencionadas, como apunté en el texto anterior, vengo a añadir una prácticamente desconocida para el gran público.

No es imprescindible pero sí altamente recomendable la lectura del artículo enlazado al principio para establecer unas bases sin las cuales lo que se va a argumentar a continuación podría parecer un dislate o una salida de tono, aunque seguramente a algunos se lo seguirá pareciendo.

Con las precauciones debidas, incluidas al final del texto, añadiría la lectura de este otro:

opinionincorrecta.blogspot.com/2023/07/sombras-en-la-oscuridad-la-hist

Y sin más dilación, expongamos con más detalle una tesis que ya ha sido apuntada en ambos lugares. La voy a resumir en una frase, citada ya en similar forma y a continuación presentaré diversos argumentos:

Las potencias mundiales están en pugna por el conocimiento de la antigüedad.

A alguno le podrá parecer una broma, pero lo cierto es que el mundo es bastante más parecido al universo de Indiana Jones de lo que cualquier mente que se considera racional podría apreciar en una aproximación superficial.

Todos conocemos, en parte a través de la saga, el peculiar gusto por lo “oculto” del régimen nazi.

Y no importa en realidad que sea cierto o no, importa que aquellos en los puestos de decisión así lo crean. No quiero repetir argumentos ya vertidos en otros textos así que expondré la situación de Crimea en particular, que es a mi juicio la razón última del conflicto.

No sin antes hacer una apreciación que de alguna manera viene a conectar dos campos del conocimiento aparentemente muy distantes. Siguiendo con el cine y aprovechando el estreno de la película acerca de la figura de Oppenheimer, el responsable del proyecto Manhattan, cabe recordar su celebre frase al contemplar el producto de sus esfuerzos:

“Me he convertido en la muerte: soy un destructor de mundos”

La anécdota es interesante porque según he podido saber, en realidad es una cita “extraída del libro sagrado hindú Bhagavad Gita, un poema en forma de diálogo entre el dios Krishna y su discípulo Arjuna, forma parte de la obra épica Mahabharata.”

No deja de tener cierto interés que un físico tenga en su haber ese tipo de lecturas, algo que tal vez pueda parecer un poco alejado de lo que cabría esperar o de lo que podamos imaginarnos: ese interés en un científico de primera línea responsable de avances tecnológicos críticos para la humanidad dedicando su tiempo a textos que recogen el saber antiguo y vinculados a la religión.

Voviendo a Ucrania, si uno ha seguido la evolución de la zona, tendrá noticia que tras lo que fue en realidad un golpe de estado “suave” en 2014, tras una fallida revolución naranja, finalmente se consigue un cambio de régimen, tan forzado que rompe el país.

La reacción rusa en primera instancia no es otra que asegurar militarmente Crimea y, aprovechando que la población de origen ruso allí constituye una amplia mayoría, organizar un referendum que excluya la región del giro de gobierno conseguido por el euromaidán en Kiev.

Vemos en un principio movimientos más agresivos de lo que cabría esperar por ambas partes. Y lo normal sería pensar que el conflicto iba a quedar ahí congelado. Después del "cierre" de la cuestión Siria(país sin duda con una gran historia y muy pujante en la antigüedad), sin que se consiguiera derrocar a Al-Assad, las miras vuelven hacia las latitudes más orientales que torpedearon la operación y desmantelaron el conocido como Estado Islámico.

No corresponde aquí un análisis profundo se los antecedentes, baste con mencionar que se enmarca dentro de la operación que en los medios se bautizó como “guerra contra el terror” a raíz de los acontecimientos del 11S.

Y si Rusia está dificultando la operación, habrá que debilitarla. Que mejor lugar para ello que retomar el conflicto pendiente. Los medios insistieron una y otra vez en lo que los analistas geopolíticos con la información disponible para el público no podían corroborar: que iba a haber una invasión en Ucrania, sin duda como resultado de algún tipo de filtración como aperitivo de la enorme campaña en medios que nos esperaba.

Hoy sabemos, por palabras de varios altos cargos que los acuerdos de Minsk tenían por objeto ganar tiempo para preparar el conflicto antes que buscar una solución para el país. Y sin duda hay muchas razones que se han abordado en distintos análisis para el conflicto, pero se hace extraño de la manera que se ha calentado en lugar de enfriarse. Hace falta añadir combustible para mantener vivo el fuego.

Así Rusia, tras una maniobra hacia Kiev más en la línea de estrategias que parecieran más propias del siglo pasado, al final lo que ha constituido es un corredor hacia Crimea. Por el camino se han volado puentes, gasoductos y un largo etcétera de despropósitos bastante más significativos de lo habitual.

Bajo una análisis geopolítico convencional se diría que la energía es la clave del asunto y que el interés de EEUU es mantener Eurasia separada. Pero sin menoscabo de ello y de todo lo demás, la importancia parece estar en Crimea. Que como peculiaridad, fue regalada a Ucrania por Kruschev mientras formaba parte de la URSS.

No es la primera tentativa fallida de extender el dominio occidental a tales latitudes, ya hubo una guerra de Crimea en el siglo XIX.

Por mi parte, conocía ya desde hace años la existencia del “rumor” de las llamadas pirámides de Crimea. Lo cierto es que no hay mucha información en la red, y de algunos temas paradójicamente cada vez menos. En resumen, varias estructuras enterradas en una determinada alineación, al principio eran siete en la costa, en una alineación noroeste sudeste, posteriormente el número parece ascender a 37, también en el interior formando una estructura romboidal. 

Éste es uno de los pocos artículos en prensa, si no el único, que se puede hallar sobre el tema:

lahora.gt/opinion/wpcomvip/2015/11/10/las-formidables-piramides-de-cri

Curiosamente de un medio de Guatemala, país en la zona de la península del Yucatán que algunas pirámides tiene en su patrimonio.

Volviendo al caso ucraniano, al parecer las encontraron buscando fuentes de agua, siempre según lo que se puede encontrar por la red. La última vez que revisé el tema todavía existía una web de su descubridor, Vytaly Gokh al más puro estilo de los 90.

Es muy recomendable aproximarse al tema con todas las reservas posibles, se dicen muchísimas cosas difíciles de encajar en nuestra concepción corriente del mundo. Pero intentemos ceñirnos a los hechos antes que a lo que se dice.

Toda esta información procede en principio de diversas webs interesadas en “misterios” y similares que recogen el mismo relato, al parecer se habría dado a conocer al público en 2002.

Y hasta aquí, se tiene en cuenta el dato, pero ante la imposibilidad de contrastarlo de forma más empírica, resulta difícil tomarlo en serio y menos como argumento de peso, casi definitivo, que es como se propone ahora.

Y de alguna manera la tesis de ese motivo adicional, principal y oculto para el conflicto ya había despegado en laguna parte, tal vez en algún video o podcast que aborda temas del estilo o simplemente se hicieran eco también de otra fuente y pueda tener otro origen, no recuerdo desde donde me llegó por primera vez.

Lo cierto es que no se me había ocurrido hacer más prospección desde otro ángulo y hoy por pura casualidad, o por la voluntad del algoritmo, me he topado con un video de uno de los túmulos de Kersch, en el extremo oriental de la península. Y claro, al ver la forma en la que está elaborada la estructura, con esa aproximación de hiladas que tanto recuerda al modo en que está construida la gran galería en la gran pirámide de Guiza, además de otros rasgos reconocibles para los que hemos pasado buenas horas leyendo piedras, se hace muy difícil no reconocer una confirmación.

Las siluetas de la imagen no corresponden a Mulder y Scully. Pero joder si podrían serlo :D

www.youtube.com/watch?v=bwW-jvlMW8Y

 

Gran galería, pirámide “de Keops”, arriba

Cámara en la pirámide “de Micerinos”, abajo.

 El túmulo (Royal Kurgan) fue excavado en la primera mitad del siglo XIX, unos veinte años antes de la mencionada guerra de Crimea.

 Al final es lo que me ha animado a desarrollar algo más una tesis ya apuntada y tratar de dotarla de mayor integridad que el mero rumor, acotando la cuestión desde el plano militar, estratégico y geopolítico en general.

Que lo que se juegue Rusia, además de la cuestión de la población rusófona, no sea sólo la “salida a aguas calientes”, que es la idea con la que se trabaja comúnmente en el plano geopolítico tal vez aclare algo más las cosas.

Y también lo que podría parecer una belicosidad excesiva por parte de occidente. Lo suficiente para que se haya creado una situación de conflicto que recuerda más al siglo pasado: "están pasando cosas que hace 100 años que no pasaban", declararon desde China.

Pero el video no se queda ahí, muestra imágenes de cráneos alargados que ubica en el museo de Kersch. Una cuestión que, entre las muchas que se comentan en ciertos círculos, no ha pasado desapercibida y ha sido deslizada en reflexiones como ésta y otras anteriores, ver imagen al final:

www.meneame.net/m/Los12monos/piramide-invertida-1

Más que nada porque también existen ejemplos en Perú, que tal vez sea la muestra mejor conservado de la tesis de la cultura megalítica global propuesta.

Cráneos de Paracas, Perú.

Y no me quiero alargar mucho más, podría sin duda extenderme en los detalles, pero por ahora tampoco hay mucho más que añadir. En realidad sí, pero todo debe tener su momento.

Sólo apuntar que cuando las tesis se ven reforzadas por la evidencia, cualquier mente racional debería verse obligada a considerarlas con seriedad, por más surrealistas que puedan parecer en un principio.

Y respondiendo una vez más a un artículo que pretendió refutar la tesis expuesta en el primero que he enlazado, que llevaba por título “Pirámides, aliens y pseudohistoria”, aquí en realidad se está hablando de un túmulo, de cráneos cuya procedencia exacta se desconoce y de prehistoria.

Aunque al final el intento de ridiculización no vaya tan desatinado salvo en el último punto:

Demostraremos que la “pseudohistoria” es lo que hoy está impreso en libros académicos.

Muchos seguimos trabajando por la solución pacífica de conflictos y revelar al mundo la verdad, también del origen de la humanidad. Aunque tal vez algunos no estén preparados para asumirlo.

Se tendrán que ir poniendo al día a marchas forzadas, el futuro no espera a nadie.

*****

Como nota al pie me gustaría adelantarme a alguna de las previsibles objeciones que tratarán de impugnar la tesis expuesta.

La técnica de cerramiento por “aproximación de hiladas” o “falsa bóveda” se interpreta en términos arquitectónicos como la forma más rudimentaria de arco, siendo desde cierto punto de vista superado por el romano, el ojival o el gótico.

Y digo desde cierto punto de vista porque dichos análisis a buen seguro no contemplan la faceta de la estabilidad y perdurabilidad.

Lo cierto es que en la "cultura megalítica global" lo que se suele observar es un dintel recto de una sola pieza masiva como solución a esa situación.

Uno puede hallar en el patrimonio arquitectónico histórico elaboradísimas cúpulas pero muchas veces el trabajo de la piedra es de una pericia limitada que queda suplida en el ajuste con mortero o disimulada con otras capas de materiales superpuestos.

Trabajos que, desde otros puntos de vista, son en realidad de grado inferior aunque posteriores.

Y uno de los rasgos que caracteriza a la “ingeniería de grandes bloques” que se propone asociar con una “cultura megalítica global”, a veces presentando formas poligonales irregulares, es su resistencia anti-sísmica. Está hechos para durar y por eso han durado, no es en vano el dicho de que “el tiempo teme a las pirámides”.

Como comprobamos no hace mucho Notre Dame, aunque magnífica, colapsó en parte ante un simple fuego. No parece que se esté interpretando correctamente un legado que a mi juicio no corresponde a la prehistoria sino a la protohistoria: la que quedó escrita, en piedra.

Ah, me olvidaba. Como despedida y de propina el obelisco de Kersch: