Es de lo más perverso. Invertir el sentido de la culpa desde quien padece el abuso a quien lo profesa y no tiene justificación ninguna. Un caso clásico es el adaggio "la culpa es de los padres que las visten como...". Y no, claro que no, parece que eso hoy en día está en la opinión general bastante claro.
Sin embargo parece que se haya caído en el extremo diametralmente opuesto. Afortunadamente, en mi opinión, tiene cura. Y se cura viajando, como muchos otros males. Porque no es raro cuando uno viaja que le prevengan sobre visitar ciertos lugares en ciertos momentos. O en otros casos simplmento salir del hotel a patir de cierta hora. ¿Quiere decir que en esos países es legal robar a turistas? En ninguno, que yo sepa.
Ahora bien, al margen de lo que diga la ley, que está muy bien (o no) la realidad suele discurrir por otros cauces. Y si me da por pasear por una favela de Río de Janeiro a las dos de la madrugada solo, puede pasar que pierda hasta la camisa, sino algo peor. O tal vez no, y de hecho podría decir que tengo "derecho" a tal actividad.
Del mismo modo que las chicas tienen derecho a volver a casa solas y borrachas, si es que son capaces de encontrarla, por supuesto que sí. Y los derechos están muy bien, pero tales posiciones, que en términos de reinvindicación son más que correctas, incluso necesarias, a la hora de la praxis terminan chocando irremediablemente contra la realidad. Y suele estar muy lejos del mundo ideal de libertad y derechos que sobre el papel existe. Y tiene un nombre, se llama infantilismo. (¡El violador eres tú!, cantaban algunas con coreografía y todo... ¿Yo? Y tu puta madre, por si acaso)
Así que en una comisaría brasileña, desprendido de todo salvo tal vez de la mínima dignidad de la ropa interior, haciendo la pertinente denuncia, no procede que el policía me culpe porque me hayan robado. Es un delito que persigue la ley, pero bajando del papel a los hechos y sabiendo como es el mundo (el policía, está claro que yo no) no sería raro que me miraran como si fuera gilipollas. ¡Como si no me hubieran avisado! Y no con ánimo de recortar mis derechos, más bien con ánimo de que no se vean vulnerados con más que probable impunidad.
En la práctica, nada importa como debieran ser las cosas, lo único que importa es cómo son. Y es algo que mejor no tener que aprender por la vía de la experiencia directa. Y nada cambia la premisa, la culpa no es de los padres, ni de la chicas, y aún rizando el rizo tal vez ni de los delicuentes. "La sociedad es la culpable" cantaban con bastante sorna Siniestro Total antes de que la mordaza de lo políticamente correcto empezara a operar como sustituto de la censura. O incluso más allá aún, a quién cojones le importan los responsables una vez acaecida la desgracia cuando nuestros esfuerzos deberían estar centrados en prevenirlas y evitarlas porque una vez acontecida nada ni nadie la va a borrar ni existe justicia que pueda subsanar nada.
Y no, no creo que eso sea culpabilizar a las víctimas, a los delincuentes ya se les persigue con los limitados medios que hay dispuestos. Y como somos conscientes de que eso no es suficente las personas razonables intentamos no incurrir en ciertas irresponsabilidades aunque implique renunciar al ejercicio de parte de nuestros derechos. Pues vaya mierda, ¿no? Eso es. Bienvenidas al mundo real.
Y si sigues queriendo volver a casa sola y borracha, bueno, estás en tu derecho. Pero no digas que no te avisaron, y nadie lo hizo con intención de culparte de nada. Y ahora además ya sabes que el problema que tienes es mero infantilismo y por qué a muchos puedes parecerle simple y llanamente gilipollas. Pero ya si piensas que soy de Vox porque te estoy largando esta chapa, entonces es que gilipollas se queda corto.